
Una vez lograron dominar las llamas, pudieron constatar que el inicio del fuego se debió a la colocación de una trampa incendiaria ubicada en el lugar de inicio de las llamas, esto es, una mochila con botellas llenas de combustible inflamable, las cuales se encontraban conectadas a velas adaptadas con mechas, las cuales al consumirse permitirían encender las mechas conectadas a las botellas con combustibles. Esta forma de bomba incendiaria daría el tiempo suficiente para dejarlas instaladas y escapar sin mayor prisa.
Los socios y el vigilante presentes en el lugar, efectuaron una revisión de los otros sectores de la medialuna, encontrando 2 mochilas más, con las mismas características, las cuales no alcanzaron a accionarse.

Las llamas solo lograron destruir la caseta en donde se ubican los grupos folclóricos en los rodeos. Poco daño si se considera que pudo detenerse a tiempo la acción incendiaria, y que quienes actuaron en la extinción del fuego pudieron encontrar las otras 2 trampas que no alcanzaron a iniciarse.

Desconocemos quienes pueden ser los responsables de estos ataques incendiarios, pero en Septiembre ya habíamos descubierto una mochila con similar sistema. Resulta obvio que pueda tratarse de la acción de grupos radicalizados defensores de los animales, contrarios al rodeo. Lamentamos este tipo de acciones, no solo por el daño patrimonial que nos puede causar, sino por la ignorancia de no informase respecto de los reglamentos y normas que regulan al rodeo como deporte nacional, y de la protección que se le da por reglamentación durante el rodeo y en la construcción de las atajadas a los animales involucrados en el rodeo, novillo y caballo.
De hecho, ya otras medialunas del país han sido afectadas por la acción vandálica de sujetos que se manifiestan contra el rodeo. Esperamos poder controlar en el futuro nuevos ataques que pudiéramos sufrir, y estar preparados ya que no necesariamente estas acciones se llevan a efecto durante Septiembre.

